A
las puertas del III MILENIO la humanidad, jaqueada por la irracional lógica
dominante,
el fantasma del hambre y la sombra de la
guerra enfrenta un desafío inédito e impostergable:
evitar el colapso de la biosfera.
Jamás el hombre acumuló tanta potencia
destructiva, no solo comprometiendo su propia suerte
sino el equilibrio global de la naturaleza.
Tampoco la historia condensó como en el
presente la conciencia crítica
y la voluntad de encontrar
una salida, algo más que una
subsistencia posible;
aquella voluntad SIN FRONTERAS que
aspire a asegurar una existencia digna
y deseable para todos los seres humanos.
Si bien este siglo se muere sin acabar de comprender la dimensión de
esta crisis planetaria,
a
ello ya se opone una nueva conciencia que habla sobre la unicidad de la
biosfera
y
la finitud de sus recursos.
Más aún, se da cuenta que la naturaleza
posee una organización relacional y compleja;
que el ambiente, sea local o biosférico,
es el resultado de sus relaciones con
los ecosistemas que ocupa y explota.
Todos degradamos, unos por ganancias,
otros por necesidad,
pero todos juntos por la ignorancia que nos
une.
Superar esta ignorancia constituye el
imperativo histórico
del cual depende ahora la existencia en
la Tierra.
Nuestra supervivencia es impensable sin el establecimiento de nuevos
patrones distributivos,
de una economía a escala humana.
Un Mundo dividido en unos pocos ricos y
muchos pobres y miserables
ya no tiene chance de sustentación.
Para alcanzar la Paz es preciso establecer nuevos sistemas de relaciones
entre los Pueblos,
enfrentando con sabiduría los desafíos
de este tiempo.
La revolución tecnológica debe ser
correspondida por una “ética de la solidaridad”,
permitiendo al hombre un sentido de
misión que dignifique su existencia.
La nueva civilización que se anuncia,
nuestra utopía, será la sociedad que hará de la Tierra
el hogar de mujeres y hombres,
finalmente reconciliados y liberados de la miseria,
del miedo, de la opresión, del racismo,
de la guerra, de la sed, del hambre
...de su propia destrucción.
VII REUNION DE
TRABAJO
DE
LA RED LATINOAMERICANA DE DESARROLLO AMBIENTAL CON JUSTICIA SOCIAL
Santiago
de Chile, octubre 11 de 1993
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